28.1.07

El increíble pájaro guía


Hay un ave africana conocida como "guía de la miel". Su nada inocente nombre científico es Indicator indicator. Pues bien, este pájaro conduce a la tribu de los boran (Kenia) hacia las colmenas ocultas en el bosque. Y lo hace de una extraordinaria forma. Así lo cuenta Daniel C. Dennet (1):

"
Cuando los boran desean encontrar miel, llaman al pájaro soplando silbatos especialmente fabricados con conchas de caracoles. Cuando llega uno de esos pájaros, vuela alrededor cantando una especial canción llamada 'sígueme'. Los boran siguen al pájaro que vuela rápidamente delante y los espera hasta ser alcanzado, asegurándose continuamente de que lo pueden ver cuando vuela. Una vez que el pájaro ha llegado a la colmena, sustituye la melodía de su canto inicial por otra que viene a decir 'aquí hemos llegado'. Cuando los boran localizan la colmena en el árbol y la abren, extraen la miel, dejando la cera y las larvas para el pájaro."

La tradición de dejar su recompensa a los "guías de la miel" está reforzada por la leyenda -presumo que totalmente falsa- de que, si no se les da su premio, las aves les conducirán ante un león o alguna otra fiera en próximas ocasiones.

Así se resuelven de un plumazo dos problemas: el de los boran para encontrar miel, y el de los
indicator para acceder al interior de las colmenas. Además, el humo con que los boran aturden a las abejas ayuda también a que los indicator no sean picados. El tiempo en la búsqueda de colmenas en áreas desconocidas se multiplica por 3 si los boran no reciben ayuda de las aves. Y un 96 % de las colmenas no habrían sido accesibles a las aves de no mediar la apertura con útiles de los boran. Así que todos contentos.

¿Cómo pudo desarrollarse esta insólita colaboración mutua? ¿Instinto? Si en los boran no lo es, no veo porqué tendría que serlo en los indicator. Lo analizaré en un próximo artículo (ya sé que da rabia, pero paciencia...;)

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(1) Daniel C. Dennet: "La peligrosa idea de Darwin" (1999), pag.394-395.
Más información en Nature.
Foto: Indicator indicator.


14 Memes sueltos:

Facundo dijo...

¿Un claro ejemplo de simbiosis? Interesante historia.

Memecio dijo...

Efectivamente. Simbiosis conductual. No he querido usar la palabra para no liarla con la discusión que se llevan los biólogos :). Pero es eso. Simbiosis conductual, mutualismo, reciprocidad y comunicación interespecífica.

Anónimo dijo...

En mi opinión la colaboración entre el pájaro y los humanos (estos humanos) es demasiado esporádica como para hablar de simbiosis. A pesar del evidente magnetismo y carisma de la palabra ;o)

Memecio dijo...

Que sí, de acuerdo,Paleofreak y Txema M. Es una conducta recíproca puntual y esporádica. De ninguna de las maneras hay que entenderla como constante. Se la puede llamar colaboración mutualista interespecífica, si se quiere. Pero es una colaboración tan estrecha que no me he resistido a llamarla simbiosis conductual (extrabiológica, por supuesto), con las particularidades que he expuesto. Si lo preferís, entrecomillad el término.

Equilicua dijo...

A ver, otro caso de comunicación similar se da entre delfines y un pueblo de pescadores africanos en el atlántico. Parece ser que los pescadores palmean el agua para avisar a los delfines, y estos atraen los peces hacia las redes. Ambas especies salen beneficiadas.

Memecio dijo...

Sí, equilicuá, lo conozco un poco, pero sólo a tavés de imágenes documentales. Hasta conocer el caso del indicator, era el único ejemplo que conocía de colaboración voluntaria entre humanos y especies salvajes. De todas formas, me gustaría documentarme mejor. Si alguien sabe dónde se produce ese mutualismo hombres-delfines, agradecería algún dato.

Equilicua dijo...

El pueblo, descendiente de los Almorávides (¿Te suenan?), habita las costas de Mauritania. Y hay viajes organizados que incluyen acompañarlos a pescar. Viven en un parque natural.

Busca en google Imraguen.

Los
Guanches parecen que compartían orígernes y costumbres con ellos.

..."El relato de V. Fernandes a comienzos del siglo XVI sobre la manera de pescar de los azanegues en Arguin, se diferencia muy poco de lo que sucede en la actualidad con los imraguen, cuando llega la época de la pesca (de octubre a marzo) de la gran lisa amarilla (80-100 cm), que acude allí por millares durante su migración al Sur. Esta especie es muy valorada por los maures tanto por su carne (tichtar) como por sus huevas (que exportan como poutargue), las cuales secan al sol a la manera de las jareas canarias. De las cabezas extraen un aceite muy apreciado, que utilizan para todo.

La única diferencia estriba en los materiales utilizados ahora en las redes de pesca: las fibras vegetales de la malla (titarek), los flotadores de tabaiba (afernan) y los pesos de arcilla cocida, están siendo sustituidos paulatinamente por materiales sintéticos modernos. Pero hay otra novedad interesante que, aunque V. Fernándes no la incluyera en su relato, no podemos descartar que existiera en aquella época, incluso mucho antes. Se trata de un extraordinario hecho de colaboración entre animales y el hombre con el fin de obtener un beneficio mutuo: la comida. Los delfines acuden a la orilla cercando los bancos de lisas, respondiendo también a la llamada de los imraguen cuando golpean el mar con sus gruesos palos. Es este un claro ejemplo de simbiosis entre el hombre y el animal, digno de un profundo estudio etológico. Aunque muchos autores piensan que se trata de una asociación puntual, más que de una verdadera cooperación.

Volviendo al fantástico escenario, los imraguen con sus redes desplegadas y con el agua por las rodillas, forman una barrera y van encerrando al pescado en varios círculos de redes y, mientras, los delfines por el otro lado comiendo todo lo que pueden. El espectáculo es impresionante, centenares de enormes lisas tratando de escapar, saltando sobre las redes en todos los sentidos... Después de la euforia viene la calma, las redes están llenas. Los pescadores, contentos con su captura la llevan a la playa para que las mujeres y los niños comiencen su trabajo... Una vez descabezado el pescado, se abre, se le cortan las aletas, se lava y se pone a secar al aire, sin sal. Ya tienen sustento hasta la próxima temporada."

Memecio dijo...

Excelente descripción. Lo que habría que constatar es hasta qué punto los delfines acuden a la llamada de los imraguen. Hay que descartar la posibilidad de que sea una coincidencia, debida al hecho de que las lisas son descubiertas a la vez por los delfines y por los imraguen.
Miraré si hay algún estudio etológico sobre el fenómeno. Muchas gracias, equi.

Memecio dijo...

Yo tampoco, Txema. Y es sospechoso el hecho de que sean especies tan diferentes. Uno podría aventurar "a priori" que habría más casos. Pero la realidad es la que es. O puede que no conozcamos bastante.

Anónimo dijo...

No es RELACION SIMBIOTICA POR Q EN LA RELACION SIMBIOTICA ES INDISPENSABLE SI NO LA HACEN DE MUEREN Y EL PAJARO NO SOLO SE ALIMENTA DE MIEL LO MISMO EL HUMANO-------- SOLO ES UNA RELACIÓN DE COOPERACIÓN!!!!!!

Memecio dijo...

Según la Real Academia de la Lengua:

SIMBIOSIS:
(Del gr. σύν, con, y βίωσις, medios de subsistencia).

1. f. Biol. Asociación de individuos animales o vegetales de diferentes especies, sobre todo si los simbiontes sacan provecho de la vida en común.

Según la Wikipedia:
SIMBIOSIS:
En biología, la simbiosis es un tipo de interacción biológica entre dos o más organismos de distinta especie. A los organismos involucrados se les denomina simbiontes.

Anónimo dijo...

Sería interesante saber hasta qué punto se trata de una conducta estrictamente cultural, transmitida de padres a hijos, en ambas especies, hombre y pájaro.
Algún día tengo que leer ese libro, que tengo desde hace años en casa y que me da un "mieo".
Saludos.

Memecio dijo...

Tiene ideas muy buenas, y algún capítulo farragosillo.

Memecio dijo...

En este post de Noemi, un vídeo del proceso. Gracias por la cita.